Los pies son la base del cuerpo.Sin ellos, el ser humano no podría caminar, saltar o correr, por tanto, son básicos para una buena calidad de vida. En el centro universitario de Plasencia existe un equipo de cinco personas, el grupo de investigación del Grado de Podología, que estudia desde hace ya once años las afecciones del pie y cómo tratarlas de la manera más efectiva para el paciente.

La doctora Raquel Mayordomo es su coordinadora. Son tres doctores y dos personas en proceso de formación, a los que se suman dos colaboradores de la Universidad de Castilla La Mancha. Así, gracias a su característica multidisciplinar, pueden colaborar y trabajar en muchos aspectos científicos.

«Nuestra función principal, ya que estamos en la universidad, es generar conocimiento», explica Mayordomo. Esto significa que investigan cuestiones que puedan ser «beneficiosas para la comunidad podológica», es decir, las afecciones del pie «en distintas poblaciones». Como ejemplo pone que han trabajado en este tipo de afecciones en personas con alteraciones psiquiátricas, que centró una tesis y también trabajan en un proyecto de investigación en colaboración con el hospital Virgen del Puerto con pacientes renales crónicos.

Además, están preparando un proyecto con pacientes obesos que se van a someter a cirugía, también en colaboración con el hospital placentino.

Y no se olvidan de las afecciones de la uña. De hecho, han creado un método para diagnosticar la micosis en la uña con efectividad, de tal forma que el profesional puede prescribir «un tratamiento certero. Este procedimiento no existía y es de aplicación en las clínicas». Porque, si hasta ahora había que esperar cuatro semanas para realizar un diagnóstico con un cultivo, este método da la respuesta «en 24 horas». Para dar un paso más, ahora trabajan en una técnica para detectar el papiloma.

Pero además, el grupo de investigación de Podología trabaja también en nuevos tratamientos y actualmente, «estamos probando tratamientos alternativos con terapias naturales y aceites esenciales para tratar la micosis en las uñas». Ahora están realizando el estudio in vitro y después, harán ensayos con los pacientes de la clínica podológica que funciona en el centro universitario de Plasencia y que se presten voluntariamente.

Su objetivo es sustentar los tratamientos en «una base científica» y todo con un único fin: «mejorar la calidad de vida del paciente».

Por eso, colaboran también con empresas, ahora con una start up extremeña dedicada a la impresión en tres dimensiones y que ha pedido su asesoramiento para realizar plantillas.

Y por eso también ponen en marcha patentes que puedan aplicarse a la industria y tengan una comercialización. De esta forma, han creado un medidor de consistencia de la uña para, a través de una medida objetiva, «diferenciar los tipos de uña más proclives a tener unas patologías». También como patentes tienen un procedimiento para realizar plantillas y un modelo de uña para las prácticas de los alumnos.

No dejan de trabajar, pero Mayordomo considera que la investigación de las afecciones del pie «no se valoran porque una persona puede vivir sin sus pies». No obstante, pide a los organismos que financian: «que nos den un proyecto, que, aunque no curemos el cáncer, hay que tomar conciencia de que mejorar la calidad de vida es fundamental».