La asociación de vecinos del Pilar espera que la Agencia Extremeña de Vivienda "meta la piqueta" antes de final de año en los 64 pisos sindicales cuyos residentes llevan, al menos, tres años esperando las prometidas mejoras en tejados, fachadas o huecos de escaleras y, lo que es peor, la eliminación de las humedades en el interior de las viviendas.

Ese es el plazo que dio ayer el presidente, Juan Pablo Castiñeira, mientras los ánimos se están caldeando en el barrio. El presupuesto de estas obras por vivienda no supera los 6.400 euros, que la Junta pagará íntegramente en los casos de que sigan en alquiler con el compromiso de que sus residentes tengan opción de compra después. El resto será a medias con sus dueños en función de sus rentas y aquí está el quid de la cuestión porque para acogerse a subvenciones, la asociación remitió a Mérida un informe social en el 2003 y otro en junio, pero se traspapelaron.

"Así es que informes con los datos económicos de mis vecinos están dando vueltas por Mérida", criticó ayer Castiñeira. Pero también el PP fue blanco de sus quejas. "El PP ha pedido la comparecencia de Corominas y estamos ofendidos de que hagan oposición a costa nuestra porque no ha venido nadie del PP a preguntarnos cómo está la cosa".