Si hay un deporte, además de la natación, que se disfrute más durante el verano, ese es, sin duda, el piragüismo. Una disciplina que engloba esfuerzo físico y dedicación con el placer de poder disfrutar de la naturaleza que nos rodea y pasar a formar parte de ella. Y de ello saben bien los más de 20 jóvenes que han participado durante la primera quincena del mes de julio del campamento de verano organizado por el Club de Piragüismo Río Jerte.

Y es que durante dos semanas, niños y niñas de entre 7 y 14 años, han podido disfrutar de numerosas actividades en tierra y agua, junto a una de las especialistas del club. Este ha sido el segundo campamento de verano que realizan «y al que acuden niños y niñas que no habían probado este deporte o que conocen a algunos de nuestros deportistas del club», comentaba Yolanda Jiménez, ténica de nivel 2 de aguas tranquilas de piragüismo y responsable del campamento.

El principal objetivo de este campamento no es otro que «los jóvenes que se apunten pues conozcan más sobre este deporte tan bonito y tan beneficioso y que luego puedan inscribirse al club para seguir practicándolo», señalaba la responsable.

Y es que llegaban a las diez de la mañana al punto de encuentro y comenzaban las actividades. Normalmente hasta las 11.30 de la mañana realizaban juegos en tierra «para que los jóvenes se conocieran más y entablaran amistad los unos con los otros». Hacían un descanso «en el que cada uno se traía algo para comer y reponer fuerzas, todo en grupo». Y a partir del mediodía llegaba la hora de coger la piragua. «Los primeros días aprendieron un poco de ténica sobre el piragüismo, palabras propias de este deporte, cómo palear bien o qué hacer si nos caemos al agua. Una vez que ya estaban sueltos en la materia, hacíamos todo tipo de juegos divertidos, para pasarlo bien jugando», explicaba Yolanda.

Sensación del kayak

Así mismo, también han probado la sensación del kayak «porque no tiene nada que ver una embarcación con otra y así han podido comprobar lo que se siente al deslizarse por el agua gracias a tu cuerpo y al kayak». Los más pequeños, al final del campamento ya se atrevían a ir solos en las piraguas «y es que todo lleva un proceso de aprendizaje importante, pero al final han podido con ello», aseguraba Yolanda Jiménez.

El balance que la responsable del campamento hace del de este año y del pasado es «muy positivo, porque los niños responden muy bien, les gusta, se divierten y de hecho algunos se apuntaron para una semana solo y al final han estado las dos», sentenciaba Yolanda.

Para Lucas, el más pequeño del campamento, la experiencia ha sido «muy buena» y aunque era su primera vez «al final he conseguido coger bien el equilibrio dentro de la piragua y al final era fácil», explicaba. Y para Mario, que también era su primer campamento, la experiencia ha sido «muy divertida», le han gustado «todos los juegos que hemos hecho» y espera «poder repetir al año que viene», señalaba.