Antes de final de año las mujeres maltratadas dispondrán de un piso de acogida temporal donde recibirán ayuda psicológica con toda discreción y seguridad. Las policías nacional y local velarán por ello después de que el ayuntamiento descartara ayer la instalación de cámaras de vigilancia y la contratación de un vigilante para garantizar la intimidad de las víctimas.

El cuidado emocional estará en manos de una psicóloga especializada en atención a mujeres que suelen llegar con sentimientos de culpa, vergüenza, dependencia, inseguridad y falta de autoestima. Lo que requiere formación específica y por lo que ha sido contratada una profesional en virtud del convenio firmado por el ayuntamiento y el Instituto de la Mujer. Mientras que el servicio municipal de promoción integral de la mujer será el encargado de gestionar el servicio a través de su psicóloga y de la diplomada en empresariales.

El ayuntamiento contribuye con 12.000 euros y el Instituto de la Mujer con 35.547. El piso ha sido cedido por la Agencia de la Vivienda de Extremadura y tendrá capacidad para cuatro mujeres, que podrán permanecer con sus hijos durante, al menos, treinta días para ser derivada después a otros servicios.