Todos los años hablamos de San Lázaro, pero es el problema que tenemos, el que hay». Así de claro lo manifestó ayer el presidente vecinal de Río Jerte, Antonio Gil. El problema de la venta de droga en San Lázaro existe y la consecuencia siempre para su barrio ha sido el paso de toxicómanos para conseguir drogas. Sin embargo, Gil subrayó ayer que, de unos años a esta parte «no se ve tanto movimiento de gente que sube y baja, se ha reducido un tercio lo que había antes».

El presidente de Río Jerte hizo responsable de esta mejora a la colaboración policial, que agradeció, al igual que hizo el alcalde. Fernando Pizarro coincidió con la reflexión de Gil al señalar que «tras un control policial exhaustivo, en los últimos años se ha reducido la incidencia negativa de San Lázaro en Matías Montero». Por eso, mostró su «satisfacción por la actuación policial», aunque remarcó que «queda mucho por hacer . Seguiremos con la presión policial con la intención de que el problema se erradique», dijo.

Mientras tanto, incluirá una calle del barrio en el plan de asfaltado e instalará contenedores en la parte baja a petición de la asociación vecinal de este barrio, pero con una petición a sus vecinos, «el respeto y compromiso de todos» por tirar los residuos donde corresponde y no junto al puente, ni los contenedores en el río, como se han encontrado en más de una ocasión.

Por otro lado, Pizarro anunció como mejora para Río Jerte un vial en el ahora camino de tierra que rodea el cementerio judío. Ya se ha encargado el proyecto y se buscarán los fondos.