Ante la obra de conversión de los pabellones militares en residencia de mayores y a pocos metros de la rotonda donde hace siete meses se izó la bandera de España; arropado por alcaldes -de Cáceres, Coria y Madrigalejo, entre otros- diputados y senadores del PP, la exdelegada del Gobierno, sus concejales y representantes de numerosos colectivos sociales, Fernando Pizarro confesó ayer en su presentación pública como candidato del PP a la alcaldía de Plasencia que se sentía «como un novio, aunque se case por tercera vez». Porque «ocho años de alcalde son un máster impagable», pero «nos quedan muchas cosas por hacer».

En un discurso emocionado cuando recordó su niñez y su origen humilde, de padres que trabajaron para pagarle los estudios, Pizarro destacó los logros de sus años de gobierno, así como el haber sabido «torear» la deuda de las huertas de La Isla y el haber conseguido «traer casi 100 millones de euros de inversión», como el desdoblamiento de la carretera de Montehermoso y la obra de la depuradora.

Criticó la falta de ayudas de la Junta y el Estado cuando gobierna el PSOE, que sí destacó con Monago y Rajoy y sentenció: «voy a seguir luchando. Por el tren, por la sanidad, con honestidad, con fuerza, transparencia e ilusión. Quiero seguir dedicando mis años venideros a esta ciudad, con vuestro apoyo, confianza y, sobre todo, vuestro afecto».

En alusión al PSOE, dijo que «las elecciones no se ganan yendo cuatro meses antes a visitar los barrios» y que se ha sentido «muy solo en esta legislatura». «Nos han puesto muchos obstáculos, hemos cometido errores, pero siempre hemos tenido el espíritu de sumar al bien común».

El presidente regional del partido, José Antonio Monago, defendió que repita como candidato porque «encarna lo mejor del PP y de la política. Da la cara, sabe escuchar, está comprometido con su pueblo, está en la calle y a disposición permanente y conoce perfectamente Plasencia. La transformación tiene que tener continuidad y Fernando tiene ilusión y pasión por Plasencia».

También se refirió a su adversario socialista para destacar que a Pizarro «no hubo que colocarlo en ningún sitio porque tenía la vida resuelta». En suma, como destacó el presidente provincial, Laureano León: «tras ocho años, los placentinos saben que, si hay alguien capaz de resolver sus problemas, ese es el alcalde».