Vehículos sobre la acera, pasos de peatones o plazas para discapacitados y alcorques que son un peligro para las sillas de ruedas por no estar cubiertos con mallas son algunas de las conductas viales que los disminuidos de la asociación Placeat han denunciado con una obra teatral escrita, dirigida y representada sólo por ellos.

Esta dedicación y las lecciones de educación vial que han sabido transmitir a través de Lalín, el marciano segurín les ha valido una mención especial de la DGT por participar en un concurso nacional sobre educación vial para discapacitados. Sus 12 protagonistas recibieron ayer sonrientes en la sede de Placeat de manos del coordinador provincial de la DGT, Francisco Núñez, sus diplomas y camisetas. Este destacó la importancia de su implicación "para evitar accidentes de tráfico" y recordó la labor que realiza el departamento de educación vial de la Policía Local.

Pero los protagonistas eran los chavales y el guionista y director, Juan Carlos Oliva, agradeció a todos su participación, en especial al protagonista de la obra, Luis Angel, y a los monitores del club de ocio que han colaborado para hacerla realidad, Julia García y Angel López, además de al presidente de Placeat, Paco Valverde.

UN MARCIANO ASOMBRADO

La obra cuenta la historia del marciano Lalín que llega a nuestro planeta y observa asombrado los malos hábitos de seguridad vial de los terrícolas. Las localizaciones se han distribuido entre Plasencia y Cáceres, con escenarios como la puerta Talavera, Cañada Real o Valcorchero. Los chicos han ensayado cuatro meses en el club de ocio con vestuario, cámaras y otros recursos propios para después enviar un vídeo y diapositivas a la DGT. La última frase de la obra resume su mensaje: "si por un coche no te quieres dejar pillar, por el paso de cebra debes cruzar".