En la cuna de la gastronomía, el País Vasco, y sólo superado por un vasco y un catalán que compartieron el primer premio, el placentino José Manuel López Iglesias fue designado el pasado día 20 y con sólo 25 años como el segundo mejor cocinero joven del país.

Lejos de lo que podría pensarse, no le da mayor importancia a la distinción porque su único propósito al presentarse era "valorarme a mí mismo, comprobar si estaba haciendo buena cocina y si puedo estar en la élite". Desde que salió de la escuela municipal de cocina hace tres años ha pasado por diversos restaurantes placentinos y otros de La Rioja, San Sebastián, Salamanca, Navarra y Alicante, donde trabaja actualmente en El Poblet .

Confiesa que al principio su familia no tomó bien su vocación porque "antes se decía que la cocina era el último recurso para el que no encontraba trabajo" y ahora aplaude la revalorización de la restauración, que atribuye a "un cambio de mentalidad gracias a una generación de cocineros jóvenes con espíritu de innovación". Personalmente, apuesta por "buscar sensaciones nuevas, mezclar sabores, hacer nuevas combinaciones...", aunque asegura que el buen cocinero "debe saberse vender". De momento, los placentinos no podremos probar sus platos.