La lluvia fue el martes la gota que colmó el vaso. Los centros escolares de la Paz, el Pilar, las Josefinas y Monfragüe así como los barrios de San Miguel y San Lázaro se quedaron sin vigilancia de la patrulla motorizada de barrios porque llovía y no disponía de un vehículo alternativo. Así lo indicaban los agentes en un parte que el concejal delegado, Paco Corisco, asegura que firmaron coaccionados por el jefe, José Luis Blanco, mientras éste denunció que el propio alcalde por decreto les había retirado el coche días antes.

"Yo tengo que obedecer el decreto --explicó el jefe-- que me obliga a restituir el vehículo al vigilante de obras en una medida desproporcionada y me veo en la obligación de denunciarlo públicamente por el perjuicio que supone para el servicio policial".

AMPARO DE SUBDELEGACION

Sin embargo, Corisco fue tajante: "Si no dio una solución es porque no quiso porque aquí todos los medios son de todos" y le acusó de actuar en revancha a otro decreto de alcaldía que le exige vestir el uniforme o no utilizar ningún vehículo policial para uso particular. Lo mismo que opinan los tres sindicatos, cuyos representantes añadieron ayer que el jefe desprestigia así la imagen de la policía en beneficio propio.

El vehículo de la discordia ha sido el detonante, pero el conflicto viene de muchos años atrás y el alcalde tiene en su despacho un escrito de la plantilla que urge la destitución del jefe. Hoy le entregarán otro, tras una reunión mantenida ayer por los sindicatos: "A partir de este momento --dice-- no se reconoce la figura del inspector-jefe comunicando que no se le darán incidencias del servicio ni se observarán normas ni órdenes del mismo". Antes de dar este nuevo paso presentaron recientemente un informe-denuncia en la Subdelegación el Gobierno contra el jefe y en su nuevo escrito amenazan con recurrir a medidas de presión.