TEts curioso lo que podemos leer en la prensa y redes sociales. Hace años, se propuso al ayuntamiento de Plasencia por parte de la Sociedad Zoológica de Extremadura, trabajar en un inventario de aves de la ciudad y posteriormente ubicar carteles en varias zonas de la ciudad con interés ornitológico y no se ha hecho nada al respecto.

Al margen de que estas fechas son nada propicias para ver aves, ya que invernantes se han marchado y las estivales que dan relevancia a nuestras ciudades con muchas especies reproductoras y de interés, no han llegado aún. Hace años, se trató de ubicar un cartel, con el beneplácito de los técnicos del ARI de la ciudad, donde se exponía la importancia de la colonias de primillas en nuestra ciudad y las medidas correctoras sobre el tejado que esta sociedad había realizado para evitar su desaparición en la colonia de Santo Domingo, y la negativa de la visionaria concejala de Urbanismo, Doña Mónica García, dio al traste con esta idea, con un cartel ya hecho y pagado por el edil de medio ambiente de su mismo gobierno.

Un ayuntamiento que no preocupa en la actualidad en reformas como las del seminario mayor, donde criaban algunas parejas de primillas en sus tejado, y en que dichas obras puedan tener una alternativa para no impedir la cría de esta especie protegida, y no han hecho nada, desapareciendo por tanto. Una junta de Extremadura que a través de su Dirección de Patrimonio obvia desde hace años que en estas obras se deben tener en cuenta especies como estas, protegidas, que crían en este tipo de edificios. A dicha dirección, a la que se le ha informado en varias ocasiones e incluso cedido trípticos para evitar que las obras en edificios antiguos no traigan consigo la desaparición de especies de aves como esta y de otras especies singulares, adaptadas a estas construcciones. La propia Dirección General de Medio Ambiente, que debería crear un nexo de unión o poner en marcha la transversalidad en la administración y coordinar con la Dirección de Patrimonio estas cuestiones.

En fin, quizás se trate de hacer las cosas por hacer sin sopesar nada más, todo de cara a la galería. En el seminario se ha perdido una ocasión única para poder desarrollar lo que nosotros hicimos en el 1995 en la Iglesia de San Vicente Ferrer.

Plasencia quiere enseñar primillas cuando sus parejas reproductoras se han visto mermadas y cuando sus distintos gestores ha hecho bien poco por proveer a Parque y Jardines con cajas nido; llevar a cabo diseños de jardines para facilitar la cría; dictar ordenanzas para que las remodelaciones de edificios tengan en cuenta a las aves que protegidas que crías, etc. Con todo y con eso ellas!!, las aves no dejan de estimularnos con sus visitas.

*El autor de este artículo es Antonio Castellano, de la Sociedad Zoológica de Extremadura