El pleno del martes del Ayuntamiento de Plasencia aprobó, con los votos afirmativos de todos los grupos municipales con representación, la moción a favor de los productores de cerezas del norte de Extremadura.

Esta moción fue propuesta por el grupo popular y ratificada por PSOE, Ciudadanos, Extremeños y Plasencia en Común (PeC). «Plasencia debe implicarse en los problemas de las comarcas y más siendo la cereza uno de los productos que mayor incidencia tiene en el bienestar de nuestros convecinos», se recoge en la moción. De esta manera, la corporación municipal muestra su apoyo a los productores de cerezas, que se reivindicaron en la plaza Mayor de Plasencia el 13 de julio, pone a su disposición las instalaciones municipales cuando estos las necesiten, y trasladan el acuerdo a la Junta de Extremadura y al Gobierno de España.

OTROS ACUERDOS / Durante la sesión plenaria también se aprobó el convenio entre Junta de Extremadura, Fundación Bancaria Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Extremadura, Universidad de Extremadura y el ayuntamiento para la regulación de la gestión patrimonial del complejo educativo de la ciudad. Según el alcalde, Fernando Pizarro, «ha sido una reformulación del convenio, en virtud de lo establecido en el ámbito jurídico», señaló.

Así mismo, y tras petición de la Asociación Cultural Pedro de Trejo, se aprobó la rehabilitación de la persona y nombre de Vidal Gil Tirado como natural de Plasencia. Todos los partidos políticos votaron a favor de este punto.

Otro tema importante que se trató en el pleno fue la aprobación de la ficha relativa a los vestigios de la Guerra Civil y el Franquismo en el municipio. Una cuestión candente y de actualidad en la que todos los grupos políticos votaron a favor. Para Ciudadanos «la ley está para cumplirla», aseveró Juan Carlos Hernández. Para PeC «aunque sea una norma que llega con retraso, aquí se ha actuado en tiempo y forma», pero considera que «también se deben quitar las placas con el sello del antiguo ministerio de vivienda», sentenció Abel Izquierdo.

En este punto, Fernando Pizarro dejó claro que «eliminar estos vestigios no es olvidar nuestra historia, porque correríamos el riesgo de volver a repetirla», explicó.