La Policía Nacional busca a un hombre que la madrugada del viernes al sábado acosó a una mujer que caminaba sola por la avenida de Salamanca tras participar en una cena de empresa. La víctima lo denunció el domingo por la tarde y, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Extremadura, la brigada local de policía judicial de Plasencia se encarga de la investigación.

Pasaba la una de la madrugada cuando la mujer, de 33 años, escuchó voces detrás de ella: «¡Eh tú, espérame, te voy a dar lo que te mereces! Yo era la única que estaba en la calle así que me giré y le dije que creía que se estaba equivocando. No me estoy equivocando, me dijo». Por el contrario, corrió hacía ella «y empezamos a forcejear mientras me seguía diciendo lo mismo. Le empujé, me empujó, me agarró del brazo, se ponía delante de mí y no me dejaba avanzar».

Ocurrió entre la rotonda de las víctimas del terrorismo y la de la enfermería y su reacción fue intentar zafarse del acosador. «Le dije que mi marido era policía y que le tenía al teléfono, porque llevaba auriculares puestos, pero le dio igual. Mi último recurso para intentar que no me hiciera algo fue mirar a las ventanas de los bloques que están junto a la rotonda de la enfermería y gritarle a mi marido como si estuviera tras una ventana».

Entonces, «se lo creyó, me empujó otra vez y me dijo: no quiero problemas, te has librado». Él salió corriendo por donde había llegado y ella se quitó los zapatos y echó a correr en dirección a su casa mientras aprovechaba para llamar a la Policía Local. «No sabía si iba a volver a aparecer. La pena es que, en todo ese tiempo, no pasó ni un triste coche, ni el camión de la basura».

Tras el susto inicial, lo denunció, identificó a su acosador y la policía le dijo «que tiene antecedentes, que es peligroso y que está en busca y captura y entonces ya me dio el bajón».

Porque fue consciente de «lo que me podía haber pasado y de la suerte que he tenido». Ha querido dar su testimonio para advertir a otras mujeres. «Porque ahora hay muchas cenas de empresa y, si puedo ayudar...» Intenta volver a la normalidad, pero ya no sale sola de casa de noche.