Nueve son ya los ciclomotores retirados de la vía pública en los cinco días que lleva en marcha el operativo de control iniciado por la policía local, la cual hizo ayer público un aviso para los conductores: "La Policía Local controlará muy de cerca todos los ciclomotores retirando de las calles de nuestra ciudad aquellos que por el ruido emitido originen molestias importantes para los ciudadanos".

El escrito señala que la policía apela también a la responsabilidad de los padres porque el trucaje de las motos, además de un ruido ensordecedor, puede doblar la velocidad para la que están preparados.

Por esta razón, avisó a los propios infractores de que pueden incurrir en un delito contra la seguridad vial ya que estarían conduciendo un vehículo para el cual se precisa permiso y no licencia. De manera que la policía pidió ayer prudencia a los conductores. "Que no manipulen el ciclomotor --señala el texto-- y se evitarán disgustos importantes". Un mensaje en el que la policía apeló "a la responsabilidad de los padres para que se preocupen y controlen la situación en que se encuentra el ciclomotor de su hijo, ya que, en definitiva, los responsables de los menores son los padres y deberán responder de las infracciones y responsabilidades en que puedan incurrir sus hijos".

El último ciclomotor retirado por una patrulla de la policía local fue el lunes pasadas las nueve de la noche en la zona centro. No obstante, no solo se manipulan los escapes, sino que también circulan ciclomotores sin los espejos retrovisores o con las matrículas cambiadas de sitio, lo que también se vigila en estos controles.