El ayuntamiento ya no tendrá que volver a pedir, por temporadas, un etilómetro a ninguna otra institución porque el gobierno del PSOE ha adquirido uno por 12.000 euros y la policía local podrá realizar de forma más constante controles de alcoholemia en el casco urbano.

Además de que no tendrá que solicitárselo ya más a la Guardia Civil cada vez que haya un accidente de tráfico, según anunció ayer el concejal, Blas Raimundo.