Entre el 2009 y lo que va de año, la policía local ha puesto más de 200 denuncias a aparcacoches ilegales. La Concejalía de Interior pone las cifras por delante para subrayar que el cuerpo municipal hace su trabajo, lo que no disuade sin embargo a los gorrillas porque siguen ejerciendo su actividad ilegal en diferentes puntos de la ciudad.

La agresión que sufrió un policía y las amenazas a una mujer que no quería pagar por sus servicios el pasado viernes, ha devuelto al candelero una práctica que, según los datos de la concejalía, ejercen poco más de una docena de aparcacoches porque estos son los que copan entre el 80 y el 90% de las denuncias.

Estas, por otro lado, se han multiplicado porque en todo el 2008, la policía local puso un total de 87 denuncias, que pasaron a 115 en el 2009 y solo en estos cinco primeros meses del año, las denuncias ya se asemejan a las de todo el 2008 porque rondan las 85.

Sin embargo, la segunda parte es la de las sanciones, que no pone ya el ayuntamiento sino los jueces a través de sus sentencias. Según informó ayer el ayuntamiento, la justicia considera la actividad de los aparcacoches ilegales como una falta que acarrea una sanción económica --salvo en los casos en que haya agresiones-- y, en general y siempre según los datos del ayuntamiento, la sanción más común es de 40 euros por desobediencia a la autoridad porque la mayoría de los gorrillas no quieren presentar su documentación o acompañar a los agentes a la jefatura.

Esto, unido a que se declaran insolventes, lleva a los aparcacoches de nuevo a la calle. Es fácil encontrarles en la puerta del Sol, la zona de Santo Domingo y la catedral y los aparcamientos de la estación de autobuses, el puente Trujillo y La Isla. También tras el centro de salud de la zona centro y, en algunas ocasiones, en el aparcamiento del parque de La Coronación.

El concejal de Interior, Francisco Martín, señaló además recientemente que muchos "tienen problemas de salud relacionados con las toxicomanías", por lo que calificó también la actividad de los gorrillas como "un problema social".

Precisamente, para resolver este problema, el edil anunció su intención de que se les pudiera conmutar la sanción económica por haber cometido una falta por algún tratamiento para dejar el consumo de drogas, pero nada se ha vuelto a saber de esta iniciativa.

En todo caso, sí quiso dejar claro el trabajo "intenso" de la policía en cuanto a denuncias y señaló que son los jueces quienes marcan las sanciones, pero no frenan a los aparcacoches.