La Policía Local veló este fin de semana por la seguridad de todos los jóvenes que en las noches del viernes y sábado se congregaron en el Berrocal al impedir con su presencia que los vehículos accedieran al interior del recinto.

Como ya anunció la semana pasada la alcaldesa, Elia Blanco, el ferial permanecerá cerrado al tráfico de vehículos para evitar que se vuelvan a producir accidentes tan desgraciados como el del pasado día 21, donde murió un joven de 24 años al caerse del capó de un coche en marcha dentro del recinto.

En este sentido, ya desde el pasado jueves el acceso al interior quedó definitivamente cortado, puesto que funcionarios municipales procedieron a restablecer una de las cadenas rotas entre los postes que delimitan la entrada y cuya ausencia no impedía el acceso de coches.

CARRERAS DE MOTOS

Además, las patrullas policiales al ferial han sido constantes durante las noches del viernes y sábado para vigilar que tampoco las motos pudieran penetrar en la zona y que no hubiera ningún tipo de incidente entre los jóvenes.

Sin embargo, la asignatura pendiente en cuanto a seguridad continúa siendo las habituales carreras de motos que muchos jóvenes realizan por las noches en la zona de Los Alamitos y entre los edificios del complejo de viviendas Céntrica frente al Carrefour.

Pese a que las quejas de los vecinos de ambas zonas peatonales se han repetido en los últimos meses, las competiciones de motos se siguen produciendo con relativa frecuencia tanto en los soportales de Céntrica como en las traseras de la plaza de Los Alamitos, con el consiguiente peligro para viandantes y los propios jóvenes motoristas, que arriesgan su físico.

Por este motivo, los residentes reclaman encarecidamente aumentar la presencia policial en la zona sobre todo por las noches, puesto que durante la madrugada sufren frecuentemente actos vandálicos como la rotura de señales y botellas, los gritos de los grupos de jóvenes que acuden a la zona e incluso las amenazas e insultos que muchos de los vándalos les profieren cuando los propios vecinos les piden silencio.