A partir de ahora la vigilancia nocturna se va a multiplicar", avisó ayer el alcalde en funciones, Francisco Barbancho, quien añadió que "en unas fechas notaremos una mejoría importante". Lo dijo tras una intensa madrugada para la policía local, que fue de uno en uno visitando los locales de copas de la calle de los vinos y de San Esteban para instar a los propietarios a cerrarlos a su hora. El propio intendente encabezó los controles llegados después de que el ayuntamiento avisara por escrito a los dueños.

"Pese a lo cual --explicó ayer Barbancho-- ha seguido habiendo incumplimientos y ha habido que ir a medidas de manera que la policía local ha empezado a intervenir y anoche pasó por estos bares invitando al cierre". Resaltó que esta primera ronda, realizada en las zonas que más quejas vecinales han generado, terminó sin incidentes "por la comprensión --dijo-- de los propietarios y el público". Por lo que añadió que no se abrió expediente alguno aunque lo habrá si persiste el incumplimiento de horario. No obstante, Barbancho anunció que la vigilancia no solo se ha iniciado para atajar los ruidos de la movida, sino también "los comportamientos incívicos como rotura de mobiliario, voces, peleas, orines o vómitos".