La Policía Nacional quiso lanzar ayer un mensaje de tranquilidad a la opinión pública para rebajar la sensación de inseguridad ciudadana aún siendo consciente de "que es una cuestión subjetiva porque al que le roban, le roban".

El jefe de la comisaría, Pedro Barragán, añadió que comprende bien al ciudadano que se levanta y se encuentra con que le han roto la luna del coche en la avenida de Donantes de Sangre para llevarse la radio o le han quitado dinero y joyas de su piso en San Juan, pero insistió en que "no hay datos objetivos que justifiquen la alarma que se ha generado porque además los robos se han producido en diversas zonas de la ciudad y no especialmente en esas dos".

SIN NUMEROS No facilitó, sin embargo, el número de robos aunque aseguró que "no son muchos en una ciudad de 40.000 habitantes, pero reconoció que han subido "ligeramente" coincidiendo con el hecho de que han salido en libertad varios delincuentes habituales que son también toxicómanos en fase terminal y que roban para comprarse la dosis. "Cómo entender, si no, que roben siete euros en monedas de 25 céntimos".

Es el caso de dos de los tres detenidos en los últimos días, uno de los cuales es hermano del joven muerto en el tiroteo que se produjo este verano en la barriada de La Esperanza. Precisamente porque la avenida Donantes de Sangre es paso obligado hacía aquella zona los vecinos piden mayor presencia policial. "Y no sólo de paso en coche, a pie pero sobre todo de forma discreta para vigilar y dar con los autores" pidió ayer Apolinar Herrero, presidente de las cocheras del edificio que también ha recibido la visita de los amigos de lo ajeno y van a reforzar el mecanismo de seguridad de las puertas.