La policía local de Plasencia fue pionera a la hora de realizar test de drogas a conductores. Convencida de "los graves riesgos que provocan las personas que se ponen al volante después de haber ingerido sustancias estupefacientes", la jefatura ha decidido aumentar la vigilancia y los controles de drogas al volante después de detectar un gran número de positivos y, sobre todo, de conductores que han consumido varias sustancias.

Así, de 33 pruebas realizadas entre el 2 de junio y el 29 de agosto pasados, 30 dieron positivo y de estas 30, 23, el 76,6% fueron conductores que habían consumido entre dos y cuatro sustancias. 13 habían ingerido dos sustancias; 7, cuatro sustancias y 3, tres sustancias, frente a otros 7 que conducían con una sustancia en el cuerpo.

"Es evidente que nos encontramos con politoxicómanos al volante. Llama la atención que el número de sustancias duplica al número de pruebas y el grave problema es que estas personas se ponen al volante de un vehículo", subraya el intendente, Enrique Cenalmor, que destaca además que en otro control realizado recientemente, una mujer dio positivo en todas las sustancias detectables, 5.

De estas, la mayor sustancia detectada en los controles del verano fue la cocaína (25), seguida del cannabis (21), las anfetaminas y los opiáceos (12 cada una) y las metaanfetaminas (3).

Para el intendente, llama la atención que hoy en día la cocaína sea la droga más detectada debido a su precio y advierte de que "la cocaína es un potente estimulante que causa daños importantes en el cerebro".

Respecto a las edades de los conductores que dieron positivo en drogas, Cenalmor diferencia entre los más jóvenes, que suelen consumir hachís y cannabis y los adultos que superan los 40 años y consumen más cocaína y heroína. En el último caso, señala que suelen ser toxicómanos habituales.

"Lo realmente preocupante es que estas personas fueron sorprendidas al volante", de ahí que se vayan a ampliar los controles, que la policía realiza discriminadamente, es decir, los agentes someten a estas pruebas al conductor que, por ciertos criterios, considera que puede dar positivo. Precisamente, un anteproyecto nacional prevé doblar, de 500 a 1.000 euros, la sanción a estos conductores.