Qué tienen en común Madonna, Tom Cruise, Barak Obama, Eminem o Lady Gaga? Que todos ellos sufrieron acoso escolar. Así lo explica el intendente de la policía local a los alumnos de una clase donde se ha producido recientemente un caso de acoso. Es uno de los más de 15 casos en los que la policía ha actuado ya en lo que va de curso y su charla y las reuniones mantenidas en colaboración con el centro con padres, acosador y acosado, "han dado sus frutos y la situación está mejorando", señala Cenalmor.

Es solo un ejemplo del trabajo que hace el cuerpo a través de los agentes tutores desde el año 2012 y que persigue, sobre todo, que el acoso termine y, en lo posible, sin llegar a judicializarlo y, por supuesto, sin que ningún acosado acabe quitándose la vida. Esto no ha sucedido nunca y, además y según Pedro Blázquez, coordinador de los agentes-tutores, del centenar de casos que han atendido, solo cuatro han terminado con denuncia en el juzgado. El resto lo han solucionado de forma coordinada el centro y los agentes.

Por eso, Cenalmor subraya que la figura del agente-tutor "es un lujo y su eficacia se está demostrando y, de hecho, hemos recibido un premio de Unicef por salvaguardar los derechos a la educación y seguridad de los menores".

Lo primero que trabaja el agente-tutor es la prevención, intentar evitar que el acoso se produzca. Para ello, dan charlas a alumnos ya desde quinto de Primaria porque "ya a esas edades ha habido casos de acoso". El año pasado se dieron 46 horas de charlas de acoso y ciberacoso a los alumnos y 9 charlas a padres. Porque la policía considera que "la clave está en los padres, hay que educar en el respeto a los demás y poner límites".

En el caso de que surja algún caso, en ocasiones el centro lo soluciona solo, pero, si no es posible, acude al agente-tutor y entonces, "estudiamos el caso conjuntamente con el centro, les asesoramos y buscamos las vías de solución. Los chicos saben que los agentes estamos en el centro y en la calle y eso les influye. Tomamos medidas inmediatas y consensuadas y contactamos con los padres".

Cenalmor señala que, en los centros, el acoso se da entre clase y clase y en los patios y coincide con Blázquez en que el más extendido es el ciberacoso, es decir, el que se realiza a través del móvil y sus aplicaciones y las redes sociales porque "hoy todos tienen whatsapp, twitter, tuenti, facebook e instagram". Lo consideran un error y creen que hasta los 14 años los chicos no deberían tener móvil. Por eso, prevalece el acoso psicológico y excluyente, que es "el que lleva al suicidio" y avisan: "Cada niño tiene una sensibilidad y hay que darles habilidades sociales".