La policía local tiene orden de retirar de la vía pública todo ciclomotor que pille con el escape trucado. Esta medida está incluida en una campaña de control del estado de los ciclomotores de la ciudad, que se desarrollará durante todo el mes y que persigue también comprobar si estos vehículos han pasado la ITV.

La concejalía de Interior tiene claro que los ciclomotores trucados suponen "un peligro para la seguridad de todos los usuarios de la vía pública porque sus sistemas de seguridad no están preparados para la velocidad que pueden desarrollar con las modificaciones ilegales", ya que pueden llegar a los 100 kilómetros por hora, según sus datos.

Además, la concejalía de Francisco Martín quiere acabar con los ruidos de estos ciclomotores y "caminar hacia una ciudad sin contaminación acústica", de ahí que advierta de que los ciclomotores que pille la policía en estos controles con escapes ilegales "serán retirados por la grúa municipal y no podrán pasar la inspección técnica hasta que no los sustituyan".

Precisamente, estos controles buscan también controlar que los ciclomotores hayan pasado la ITV, obligatoria desde enero de este año. Así, la policía sancionará con una multa de 150 euros al conductor del ciclomotor que no la tenga pasada y se le retirará el permiso de circulación. A cambio, se le entregará un documento provisional, solo para trasladar el ciclomotor al taller y posteriormente a la ITV.

Con estas medidas, Interior busca "conseguir mayores niveles de seguridad" tanto entre los ciudadanos como entre los jóvenes conductores "al obligarles a pasar la inspección y que sus ciclomotores cumplan las medidas de seguridad" y hacer una estimación del estado de los ciclomotores de la ciudad.