El pasado domingo, 3 de julio, entró en vigor la eliminación del botellón en cualquier zona de la ciudad de Plasencia. El gobierno local anunció medidas de control policial para evitar la proliferación de botellones ilegales en los parques de la ciudad, así como multas de 300 euros por beber alcohol en la vía pública; multas que los menores de edad pueden conmutar con trabajos a la comunidad.

Desde entonces, la transición hacia la eliminación total del botellón ha transcurrido con cierta normalidad. Durante el primer fin de semana de la nueva normativa no se produjeron sanciones, aunque el número de denuncias ha ido progresivamente en aumento, a medida que pasaban las semanas. Entre el último fin de semana de julio y la celebración del Martes Mayor ha sido cuando la policía local han interpuesto más sanciones a jóvenes por beber alcohol en la calle, la mayoría de ellos entre 17 y 20 años.

Todavía queda en el aire saber si el botellón puede reubicarse en alguna zona de la ciudad, donde no provoque molestias a ningún residente o si esta práctica juvenil se erradicará de forma definitiva en la ciudad. El ayuntamiento también se ha comprometido a reforzar la vigilancia para obligar a los locales de ocio a cumplir con el horario de cierre.