El Ayuntamiento de Plasencia ya ha comenzado su estrategia de peatonalización del casco histórico de la ciudad. Desde esta semana, ha entrado en vigor la prohibición de aparcar en San Nicolás, la plaza de la Catedral y en la fachada de las Ildefonsas (en el cruce de la calle Sancho Polo). En las próximas semanas se suprimirán plazas junto a la Casa de las Dos Torres y el Parador (en Santo Domingo) ante la visita de los expertos de la Unesco.

La eliminación de estas plazas de aparcamiento de zona azul en el área de intramuros (en total se suprimirán entre 65 y 70 plazas) se ha aplicado a pocos días de que se inaugure el nuevo aparcamiento en superficie de las huertas de La Isla. La constructora Araplasa ha solicitado otra prórroga para finiquitar la ejecución del parking. El motivo: la empresa no ha recibido las barandillas que delimitan la instalación, que, según explican desde la propia empresa, se han cambiado con respecto al proyecto inicial, por orden del gobierno local, para hacerlas más seguras.

NUEVAS PLAZAS

Mientras el gobierno local suprime plazas en enclaves históricos, crea otras nuevas en el área de la escuela de idiomas, la UNED y el albergue juvenil (en la plaza de Santa Ana y a petición de estos centros), lo que ha provocado las críticas de los residentes de la zona de intramuros, que consideran un "agravio comparativo" ceder espacios a instituciones "mientras los vecinos sufrimos la saturación de aparcamientos de zona azul, a pesar de que pagamos un impuesto anual" (de forma voluntaria) para utilizarlas.

De esta forma, los residentes plantean la creación de nuevas plazas en espacios céntricos disuasorios, como es el caso de la plaza de los Carreteros (situada al inicio de la calle Blanca) donde se podrían habilitar hasta 12 nuevos aparcamientos. También piden al consistorio que se realice un estudio para ver qué necesidades existen en esta zona y qué alternativas se plantea a los residentes con la progresiva peatonalización del centro.

El PP presentó en su programa electoral la creación de aparcamientos en zonas disuasorias para favorecer la intermodalidad, así como el acceso al centro de las ciudades. Unos aparcamientos que no producirían impacto visual para los turistas o paseantes por la ciudad monumental.