La dueña del bar del centro cívico de San Miguel lleva seis días durmiendo en su interior para evitar que los ladrones se vuelvan a colar a través del butrón que abrieron la madrugada del jueves para cometer el octavo robo que sufre en los cinco años y medio que lleva al frente del negocio.

María Gordo ha decidido atrincherarse en el bar vecinal mientras el ayuntamiento no tape el agujero que se aprecia a simple vista en la fachada del centro cívico por donde el jueves entraron los ladrones para llevarse los 685 euros de la recaudación de una máquina tragaperras.

QUEJA A LA POLICIA LOCAL

Los autores del robo accedieron al local arrastrándose a través de un falso techo hasta el servicio de señoras donde levantaron una loseta para salir por el mismo camino con el botín, por lo que la mujer sospecha que conocían perfectamente la zona. La dueña del bar, que vive justo al lado, avisó esa misma madrugada a la Policía Local y ayer indicaba indignada que "todavía estoy esperando a que venga", por lo que ha presentado una queja al concejal de Seguridad Ciudadana, Paco Corisco.

"Cuando vi el agujero creí que estaban todavía dentro y no me atreví a entrar así es que esperé media hora más a que llegara la Policía Nacional a la que avisé después". Es la octava vez que entran los ladrones en el local a cuya puerta también han atracado a la mujer que ahora se pasa las noches en el bar hasta que amanece y se marcha a su casa para atender a sus dos hijos pequeños. "Claro que me da miedo, pero qué hago, si han pasado seis días y el ayuntamiento todavía no ha tapado el agujero y me pueden volver a entrar por ahí. Así es que si oigo ruidos avisaré rápidamente a la policía". La situación llega a tal punto que está dispuesta a abandonar su puesto de trabajo "porque son muchos robos y pérdidas después de tantas horas trabajando".