Abrir el enlosado al público, pero introducir también un sistema de vigilancia que evite la entrada de intrusos. Es lo que proponen los arquitectos del plan director de la catedral, Sebastián Araujo y Jaime Nadal, que junto a la arquitecta María Jesús Marteles han elaborado un informe sobre las condiciones actuales de la zona y las propuestas de intervención antes de permitir la entrada de visitantes.

Es una de las obras más esperadas del Plan de Excelencia Turística, que cuenta con un presupuesto de 120.203 euros y, según destacó la edil de Turismo, Raquel Puertas, la propuesta más novedosa es la instalación de cámaras de vigilancia en las farolas: "Las cámaras de televisión estarían conectadas a una central, que sería la jefatura de la policía local, y recomiendan colocarlas de forma que cuando el enlosado se cierre, se pueda detectar cualquier intrusión".

PIEZAS SUELTAS El objetivo que buscan los arquitectos es "mantener el enlosado como lugar de uso cívico al servicio de la comunidad, pero también su valor histórico intrínseco, por lo que se recomienda ser cautos en la utilización de la zona", que la Concejalía de Cultura de Lidia Regidor prevé destinar a actos como conciertos o representaciones teatrales, entre otros.

Además de la vigilancia, el informe aconseja otras medidas para adecuar el recinto como el desbroce de la vegetación que ahora abunda y la reparación del suelo nivelando las piezas que en la actualidad se encuentran levantadas y recurriendo en la medida de lo posible a las originales así como una restauración completa del antepecho, incluida la cornisa. También hace hincapié en la creación de nuevas canalizaciones para las conducciones eléctricas y eliminar así la "maraña descontrolada de cables fruto del sistema de iluminación exterior, que lo afean todo e impiden la salida libre del agua". A esto unen la limpieza de los sistemas de desagüe, la retirada de algunos focos del suelo y la recolocación de algunas farolas que están mal fijadas o caídas, así como de varias piezas de la balaustrada también sueltas, sin olvidar la sustitución de la puerta de salida del claustro por otra de madera de características equivalentes a las de la entrada de la catedral.

Con este informe, el siguiente paso será convocar una reunión con el Cabildo y la dirección general de Patrimonio de la Junta para decidir qué actuaciones se van a llevar a cabo para elaborar después el pliego de condiciones y sacar la obra a licitación. Puertas adelantó ayer que la reunión se celebrará en pocas semanas porque la intervención debe estar terminada en octubre.