El ayuntamiento no está dispuesto a pagar por las huertas de La Isla ni una cuarta parte de lo que han pedido sus propietarios porque entre una y otra valoración hay una diferencia abismal de 39.369.480 euros. Así se lo ha hecho saber esta misma semana a los dueños conforme a la tasación que había encargado a una consultora externa y que ha arrojado el sorprendente dato de que mientras la propiedad valora en 1.435,53 euros el metro cuadrado, el ayuntamiento lo rebaja ahora a 371,49.

Los más sorprendidos han sido los propietarios, que el lunes han convocado una reunión para tomar una decisión, aunque dada la situación parece que será el tribunal de justiprecio el que determine el valor de las huertas. El ayuntamiento está obligado a expropiar estos 35.000 metros cuadrados en cumplimiento de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura de junio del 2001 y que fue ratificada el año pasado por el Tribunal Supremo.

YA CORREN INTERESES Desde junio, cuando varios de los propietarios pidieron la ejecución de sentencia, corren además los intereses de demora que deberá pagar el ayuntamiento. Mientras tanto, la alcaldesa insistió ayer en que "lo que quiere este ayuntamiento es fijar el precio del metro cuadrado. Otra cuestión --dijo Elia Blanco-- es la fórmula de pago ya sea en metálico ya sea en solares" aunque reconoció ayer que las cantidades puestas encima de la mesa por ambas valoraciones van a dificultar el acuerdo amistoso.

La de la propiedad alcanza finalmente los 53.114.610 euros a razón de 1.453,53 el metro cuadrado mientras que la que maneja el ayuntamiento la rebaja a 13.745.130. No es una tasación hecha por los técnicos municipales, sino por una consultora contratada por el ayuntamiento mientras la alcaldesa añadió ayer que ahora los propietarios disponen de diez días para contestar si aceptan o rechazan la oferta municipal o el asunto pasará al juzgado.

De la adquisición de las huertas por parte del consistorio depende una de las promesas estrella del programa electoral del PSOE como es el traslado del colegio público Alfonso VIII a la avenida del Valle para construir en su lugar un aparcamiento subterráneo. Si lo adquiere en metálico aunque son cifras de vértigo que pone en serios apuros a las arcas municipales o mediante permuta es prematuro, según advirtió ayer la alcaldesa, si bien los propietarios también propusieron en su día la recalificación parcial de las huertas que permita edificar una parte.