José Luis Díaz abogó ayer porque la oposición en bloque haga una moción de censura al PSOE antes de las elecciones generales de marzo, pero el otro vértice del pacto, que es Raquel Puertas en el Grupo Mixto, advirtió ayer de que ahora no toca. La prudencia que manifestó un día antes el presidente de la gestora del PP, Anselmo Díaz Cabello, se tornó ayer en prisas para el exalcalde, quien reclamó además "una figura nacional o regional del PP como árbitro".

La cautela de Puertas da un respiro al gobierno del PSOE aunque Díaz no dudó en apelar también ayer al "concepto ético y de moral política" de la edil tránsfuga para añadir que está convencido de que "va a guardar fidelidad y no defraudará a los votantes de Compromiso con Plasencia". Eso sí, insistió en que "cometió un error pasándose al Grupo Mixto".

EL ARBITRO

De ahí que el voto de Puertas será decisivo para desbancar o no al PSOE del ayuntamiento. Motivo por el que ya advirtió en su día el portavoz del gobierno, Juancho Alvarez, que el Partido Socialista también tratará de atraerse a la edil si el Partido Popular pasa a la acción. Sin embargo, la concejal puntualizó: "yo no me he sentado a hablar ni he mantenido contacto con ningún grupo municipal en este sentido".

Es más, dijo considerar "excesivamente precipitado comenzar a dar pasos sin ni siquiera haber dado los cien días de cortesía al nuevo gobierno". Hoy por hoy, Puertas insistió en la "inviabilidad a corto plazo de la moción de censura", si bien añadió que no es descartable en el futuro.

Por su parte, Díaz justificó su precipitación en la idea de que "hay que restaurar el orden y el mandato de las urnas es que no gobierno el PSOE". A la pregunta de quién debería sentarse en la alcaldía de prosperar la moción visto el enfrentamiento que mantiene con la portavoz popular, Victoria Domínguez, se limitó a decir: "José Luis Díaz no va a ser un obstáculo y partimos de cero porque no sólo opino yo".