Los padres de una niña que sufrió una picadura leve en la piscina municipal se han quejado de que la enfermería de la piscina estuvo cerrada el pasado sábado. "Una instalación municipal no puede correr el riesgo de que ocurra algo", señalaron. El cierre se debió a la falta de personal, según informó el concejal Enrique Tornero.

Los padres declararon que encontraron con la puerta de la enfermería cerrada y un cartel en el que se informaba de que no iba a abrir ese día. Según Tornero, el cierre fue ocasional. De las dos personas contratadas para atender el servicio, explicó el edil, una estaba de vacaciones y la otra se encontraba realizando un curso de formación. El próximo fin de semana, añadió, habrá una tercera persona.