Ocho contenedores calcinados durante la madrugada del domingo en un intervalo de tres horas y todos ubicados en el barrio de Miralvalle. Es el balance de una noche en la que el mobiliario público volvió a ser víctima de los actos vandálicos.

Pero en esta ocasión, también resultaron afectadas propiedades privadas, en concreto, una fachada, con cartel incluido, de la tienda de alimentación Sediaco que linda con contenedores de la calle Cristóbal Colón y un vehículo que estaba aparcado junto al establecimiento y que acabó con parte del paragolpes quemado.

Según informaron desde el parque de bomberos, todo ocurrió entre las cinco y las ocho de la madrugada. En este intervalo de tiempo, tuvieron que salir con sus camiones hasta en tres ocasiones --una cuarta fue también a sofocar un contenedor quemado en Zarza de Granadilla-- nada más recibir llamadas de que había contenedores ardiendo.

La mayoría se encontraban en la calle Cristóbal Colón, donde los vándalos quemaron contenedores situados en dos zonas distintas de la calle. Otros ardieron también en la calle Lusitania (tras el colegio San Calixto) y en la calle Concejo (en las traseras de los pabellones militares).

SOLO LAS RUEDAS El resultado, en zonas como Cristóbal Colón solo quedaban de los contenedores las ruedas y la calzada con una masa verde. Los vecinos no hablaban ayer de otra cosa, sobre todo en la tienda que resultó afectada. "Es una vergüenza que haya personas que se dediquen a hacer esto y ahora estarán riéndose sin preocuparse del mal que han hecho", señalaba una vecina indignada.

Esta muestra de vandalismo coincide con el anuncio de la Concejalía de Interior de poner en marcha de forma inminente patrullas policiales de paisano con el objetivo de plantar cara al vandalismo. Sobre todo, después de que el concejal Blas Raimundo advirtiera públicamente de que el ayuntamiento se gasta al año más de 100.000 euros en reponer mobiliario que destrozan los vándalos.

Raimundo ha pedido concienciación a los ciudadanos, además de reconocer la dificultad de poder atrapar a los autores de estos daños porque es necesario pillarles in fraganti. Aún así, su compañero Francisco Martín ha asegurado: "Vamos a seguir dando una dura batalla, sin cuartel, al vandalismo".