Algunos vecinos de Cañada Real están preocupados por la cancha deportiva que el ayuntamiento va a construir en el descampado de Juana Jugán, frente al asilo de ancianos. Temen que la proximidad de esta con sus viviendas les vaya a perjudicar porque "al jugar los niños con balones, lo más probable es que más de una vez nos rompan algún cristal", indicó ayer un afectado.

La alarma ha saltado tras vallar la zona la empresa y delimitar el espacio donde iría la cancha. Según los vecinos, en principio, estaba situada a unos 3,5 metros de las casas, por lo que algunos a título particular y una comunidad de vecinos enviaron un escrito al consistorio pidiendo que la alejaran más del edificio. Así ha sido y ahora, está previsto situarla a unos cinco metros, pero tampoco les convence.

"Me da igual que esté a 3,5 que a cinco metros, con todo el espacio que tienen ahí, podían buscarle otra ubicación más lejana al único edificio que linda justamente con el descampado", señala otro vecino indignado.

RESPUESTA MUNICIPAL El concejal de Obras, Blas Raimundo, explicó ayer, en respuesta a esta queja, que otra modificación supondría reformar todo el proyecto y resaltó que "en el escrito que yo tengo, me piden que no pongamos cancha porque ya hay otras instalaciones en la zona y eso no es de recibo". Aún así, afirmó que, "si el día de mañana vemos que molesta o perjudica a los vecinos, cabría la posibilidad de vallar la cancha".

Además de esta, el proyecto, valorado en 202.868 euros, recoge crear zonas verdes y 43 plazas de aparcamiento en batería.