Una persona que en el 2015 pagara 300 euros de IBI por su vivienda pagará el próximo año casi 50 euros más, 349,80. Es un ejemplo hipotético de lo que supondrá para el bolsillo de los particulares la segunda subida consecutiva de los valores catastrales, que entrará en vigor en enero del próximo año.

La subida, como ha pasado con la de este año, llegará con la factura del IBI, es decir, la pagarán los particulares porque el tipo impositivo se mantiene igual, en el 0,6%. No obstante, este dato también ha ido en ascenso desde el 2011 y ha subido desde el 0,42 inicial, hasta el 0,5% y finalmente hasta el 0,6%. Otros ayuntamientos lo han bajado, pero el concejal de Hacienda, José Antonio Hernández, señala que esos consistorios tenían el tipo impositivo muy alto y, por tanto, margen para bajar. Recuerda que el Ministerio permite una horquilla de entre el 0,5 y el 1,20%, luego la ciudad sigue teniendo uno de los tipos impositivos más bajos.

En cuanto a la nueva subida de valores catastrales, será del 1,06%, que se suma al 10% de alza que entró en vigor este año. En este caso, Hernández recuerda que el Estado obliga a situar el valor catastral en torno al 50% del valor del mercado y «si no lo hubiéramos subido ahora, nos habrían obligado». Han preferido hacerlo porque además, es una de las medidas del plan de ajuste para pagar las huertas.