Por segundo año consecutivo, las alumnas del taller de manualidades de la asociación de vecinos del barrio de Gabriel y Galán han mostrado sus trabajos en el centro cultural Las Claras. Creaciones que combinan el reciclado y el arte, ya que para elaborar sus artículos usan como elemento principal las chapas de las latas de refrescos. Lejos de estancarse, cada año ofrecen novedades que dejan con la boca abierta al público que ha pasado por la muestra. "Muchos se sorprenden de lo que podemos llegar a hacer con chapas, tela y ganchillo y nos felicitan por el trabajo que supone y su resultado final", explica Carmen Domínguez, tesorera de la asociación.

Los que no pudieron acercarse hasta Las Claras tienen la oportunidad de realizar encargos o ver los diferentes productos que estas artistas elaboran acudiendo a su sede vecinal, situada frente al vivero de empresas, en la avenida de Dolores Ibárruri.

Se pueden adquirir anillos o pendientes por dos euros, diademas por cinco o una lámpara a la que no le falta un detalle por 50 euros, la pieza más cara. También hay broches con forma de flor por tres euros, fundas para papeleras, sombreros, capazos para la piscina y hasta una silla hecha únicamente con chapas y ganchillo

"La venta de productos ha ido muy bien, sobre todo se han vendido broches, pendientes, marca-páginas o pequeños monederos", señaló Domínguez. Estas artistas acuden a clase todos los martes y jueves para aprender esta técnica y renovar sus habilidades. "Invitamos a venir a nuestra sede a todo el que esté interesado en aprender o en adquirir algún artículo", dijo Domínguez.

Además, llevan a cabo trabajos por encargo a gusto de los clientes, que pueden elegir la forma o el color, como en el caso de bolsos o monederos. También venden sus productos en mercadillos artesanales como el de Galisteo, cada segundo domingo de mes.