El ayuntamiento ha decidido aplazar la retirada de los rótulos ilegales de la zona centro hasta tener una ordenanza específica. Después de llevar casi un año y medio advirtiendo a los comercios de que debían ajustar su cartelería al Plan Especial de Protección del Recinto Intramuros (PEPRI) o sino lo haría el consistorio a su costa, ahora no actuará hasta que no tenga lista la nueva normativa municipal.

La concejala de Urbanismo, Mónica García, explicó ayer que el PEPRI es una norma muy antigua que se ha quedado obsoleta para los nuevos rótulos que se están creando, por lo que habrá que esperar a una ordenanza que será "más detallada, amplia y específica sobre los rótulos".

En colaboración con los técnicos del ARI, la edil está estudiando ordenanzas similares de otras ciudades y, según sus cálculos, podrá estar lista en dos o tres meses. Además, señaló que tendrá carácter retroactivo, es decir, que una vez aprobada "se dará un plazo a los establecimientos ya instalados para que se adapten a la normativa".

Con todo, lo cierto es que los diversos avisos que el edil de Hacienda, Pablo Sánchez del Mazo, llevaba dando desde abril del 2004 al comercio no han servido para nada, pese a que una treintena de comerciantes de los 136 declarados ilegales acudieron incluso a la oficina del ARI con la documentación requerida para cambiar sus carteles por otros que se ajustaran al PEPRI.