EL AGUA no sólo corrió ayer tarde por el cauce del Jerte a su paso por San Miguel. También por la ribera del Jerte a consecuencia del reventón de una tubería que abrió una zanja en el acerado. Hasta que se cortó el agua la policía local reguló el tráfico para evitar accidentes y avisó al fontanero de guardia. Al parecer no es la primera vez.