Los ladrones aprovecharon el domingo hasta para robar en la vivienda del joven motorista que acababa de fallecer en accidente durante su propio velatorio. Pero también en el chalet anexo de su hermano, en el kilómetro 12, de donde se llevaron 600 euros y una cámara de fotografía profesional. Nada más porque se cree que huyeron cuando llegaba su propietario por la noche. En el otro chalet lo revolvieron todo, pero en éste no hacían vida más que temporalmente y había menos que llevarse, según explicó la familia. Es el colmo de la desdicha que ha indignado a los vecinos. En ambos casos forzaron la puerta para campar luego a sus anchas.