Unos 1.200 kilos de alimentos, que Cruz Roja tenía almacenados en una nave de la avenida Martín Palomino para entregar en breve a familias con necesidades de la ciudad, han desaparecido fruto de un robo ocurrido la madrugada del miércoles. Los ladrones también se llevaron uno de los tres vehículos adaptados con los que cuenta para el transporte de discapacitados, menores y personas con alzhéimer y para realizar otros traslados.

El coordinador local de Cruz Roja, Joaquín Micot, denunció ayer públicamente el robo --ya lo ha hecho en comisaría-- y explicó que el personal de Cruz Roja se encontró a primera hora de la mañana del miércoles con que los autores no habían forzado la cerradura de la puerta de acceso a la nave, sino que "habían hecho un agujero por encima de la cerradura" para acceder y llevarse, presumiblemente en el vehículo adaptado, los 1.200 kilos de comida "de primera necesidad de fondos propios del banco europeo de alimentos y de donativos. Estos alimentos estaban pendientes de su entrega en breves días, para familias en situación precaria", explicó. Entre ellos, había aceite, colacao, legumbres y estaban dirigidos a una veintena de familias.

Pese al robo, Micot quiso tranquilizar a los beneficiarios porque, aunque no podrán recibir los alimentos robados: "Lo vamos a solucionar y van a tener sus alimentos gracias a los 700 kilos que cada mes nos dona la cooperativa Sediaco".

En cuanto al vehículo adaptado, Cruz Roja dispone de tres y el robado fue localizado después en San Gil "con graves desperfectos ocasionados al hacer un puente para poder efectuar el arranque". Los ladrones también dañaron otro, reparado ya por un voluntario.

Además, Micot ha advertido de que en la misma nave, tienen vehículos de emergencia y su uso puede ser necesario a cualquier hora. "Se podía haber dado el caso de encontrarnos con los ladrones cuando íbamos a por un vehículo y entonces, ¿qué nos hubiera pasado?", se pregunta. De momento, Cruz Roja reforzará la seguridad en la nave.