Vecinos del centro volvieron a amanecer el sábado con el desagradable descubrimiento de que les habían roto los espejos retrovisores de sus coches mientras permanecían estacionados en la puerta del Sol y en la travesía que va desde la Torre Lucía a la avenida de José Antonio, donde también ha aparecido tumbada una señal de tráfico entre los dos colegios aunque se desconoce si por el golpe involuntario de un coche o un acto más de vandalismo.