Lo sucedido este año con las ayudas del Plan Aepsa para trabajadores del paro agrario ha llevado al Ayuntamiento de San Gil a decidir que, a partir de la próxima convocatoria, gestionarán estas ayudas de forma independiente al Ayuntamiento de Plasencia. Así lo anunció ayer la alcaldesa sangileña, Esther Sánchez, quien aclaró que, hasta ahora no habían podido hacerlo porque no tenían las competencias transferidas. Esto es posible gracias a haber firmado un convenio con el ayuntamiento en el 2018.

Aunque no tienen la estructura de personal del ayuntamiento placentino, sí disponen de un auxiliar administrativo a media jornada y de un secretario que acude un día a la semana, los lunes por la tarde. Además, la idea es contratar a un técnico que elabore la memoria del proyecto para solicitar las ayudas. De esta forma, «nos aseguramos de que no vuelva a pasar lo de este año».

Porque nueve familias de los 307 habitantes de San Gil pueden optar al plan Aepsa para cobrar peonadas y subsidios y este año aún no lo han hecho, ya que el Ministerio de Empleo denegó el proyecto placentino. El ayuntamiento recurrió y está a la espera de respuesta. El plazo termina mañana domingo y Sánchez, que lo considera perdido, ha vuelto a reclamar al ayuntamiento «que se haga cargo del dinero», unos 170.000 euros, y «facilite a estas personas sus peonadas». Se opone a judicializar el asunto.