El Ayuntamiento de San Gil, Entidad Local Menor dependiente del Ayuntamiento de Plasencia, ha presentado una alegación al reglamento del funcionamiento del pleno que se aprobó a inicios de febrero gracias a los votos del PP. Su alcaldesa, Esther Sánchez, reclama el derecho de la entidad a tener voz en los plenos cuando se traten temas relacionados con la entidad, porque así lo recoge una Ley superior, la Ley de Mancomunidades y Entidades Locales Menores de Extremadura.

Se trata de un derecho tanto para San Gil como para Pradochano, así como la obligación del ayuntamiento placentino de convocar a los alcaldes de las entidades y facilitarles la documentación que les competa. A su vez, estos «podrán formular ruego o pregunta sobre asuntos que afecten a la entidad».

Según Sánchez, el hecho de haber debatido este reglamento en comisión y pleno sin haber convocado a las entidades hace que «el proceso sea nulo». Por eso, espera que su alegación sea aceptada y, de lo contrario, advierte que el ayuntamiento sangileño acudirá a los tribunales para obtener la nulidad y evitar que «se cercene un derecho», el de participación ciudadana, que «la ciudadanía de San Gil y Pradochano tiene».