Cada año, cada noviembre, la comunidad educativa del colegio San José se vuelve más solidaria que de costumbre. Porque llega su noviembre solidario, una iniciativa que realiza el centro escolar desde hace años y que gestiona la Asociación de Madres y Padres de Alumnos para colaborar con el colegio.

En esta ocasión y, debido a la crisis de los refugiados sirios, la primera recogida del mes la han dedicado precisamente a esta población. Así, del 14 al 18, se pidió a alumnos, padres y profesores que llevaran comida en lata, comida infantil y para celiacos, toda sin cerdo. Además, se pidieron vendas, gasas, agua oxigenada, compresas, pañales, champús, gel y libros de lectura en inglés.

Finalizada esta recogida, comenzó otra, del 21 al 25 de noviembre. En este caso, lo solicitado fue ropa para entregar a Cáritas. Por último, del 28 de noviembre al 2 de diciembre, han reunido juguetes, también para la misma oenegé.

En cada ocasión, los productos había que entregarlos de nueve a 9.15 horas en la biblioteca del colegio y ni una semana han faltado productos, demostrando la solidaridad de este centro placentino. Precisamente, alumnos del colegio están inscritos desde el año 2014 en la asociación juvenil Más Ayuda, Menos Pobreza, que trabaja con Cáritas Diocesana, según explicaba la directora del colegio, Vicenta Domínguez.

Por eso, los estudiantes «colaboran con todo lo que se hace» dentro del trabajo de lucha contra la pobreza de Cáritas Diocesana.

Además, a lo largo del curso, el colegio también suele organizar bocatas solidarios. En el pasado curso, se realizaron en el mes de febrero y en la Navidad del 2015 y el dinero recaudado se donó a Manos Unidas para su campaña contra el hambre y a Cáritas respectivamente.