Es el principal punto de venta de droga de la ciudad, por eso son pocos los que se atreven a entrar en el barrio de San Lázaro, si no es para comprar una dosis. Por no entrar, no entra ni el ayuntamiento, según la queja del presidente de la asociación gitana, Juan Vázquez, que reivindica un mejor tratamiento para el barrio porque "está abandonado" por el gobierno local.

Reconoce que San Lázaro "era y es un punto de venta de droga", pero asegura que la compra/venta se ha reducido bastante en los últimos tiempos --se han repetido las redadas y detenciones por parte de la Policía Nacional-- y "si antes había veinte personas vendiendo, ahora quedarán dos como mucho", afirma. Por eso, asegura que "la mayoría son gente normal, no son delincuentes, sino gente que también paga sus impuestos".

Como tal, reclama que puedan vivir en condiciones dignas porque ahora el barrio "da asco". Las calles necesitan una capa de asfalto como agua de mayo porque la mayoría acumula baches desde hace años. Esto supone muchos problemas a la hora de circular con los coches, pero lo que más teme Vázquez es "que algún niño se pueda caer al cruzar la calle,algún padre ya me ha dicho que, como se caiga, va a denunciar al ayuntamiento".

La falta de limpieza es otra de sus denuncias, tanto es así que Vázquez insiste en que hay zonas del barrio que "dan asco". Pero aquí, se suman la falta de civismo de algunos vecinos, que tiran la basura a cualquier hora y en cualquier parte --mientras el fotógrafo tomaba fotografías para este reportaje, un vecino se puso a orinar en la calle-- con el hecho de que "los barrenderos no suben a limpiar".

En el primer caso, el número de veces en que los contenedores habituales han aparecido quemados ha hecho que sea el único barrio de la ciudad con contenedores metálicos. Respecto a los barrenderos, reconocen no pasar por miedo, aunque Vázquez asegura que "es mentira que les vayan a hacer algo, no les van a hacer nada porque los vecinos lo que quieren es que se limpie".

En todo caso, la suciedad se acumula en algunas zonas, la más significativa, la antigua vía del tren, repleta de basuras y hasta bombonas de butano. Precisamente, esto ha provocado que los bomberos hayan tenido que acudir en numerosas ocasiones a la zona para apagar pequeños fuegos.

Vázquez lo justifica porque "si no suben los camiones de basura y no tienen contenedores, a ver dónde van a echar la basura, si hubiera más contenedores, la echarían".

En definitiva, insiste en que el ayuntamiento debe mejorar el barrio "porque vive gente que paga sus impuestos, que no paguen justos por pecadores (en alusión a quienes venden droga) porque nos meten a todos en el mismo saco, a quien incumpla la ley que le detengan o denuncien y pague", dice, al tiempo que asegura que con el inicio del culto evangélico en el barrio, la delincuencia, sobre todo entre jóvenes, se ha reducido.

El presidente de la asociación gitana ya ha hecho llegar sus quejas al ayuntamiento y, de hecho, el concejal de Obras, Blas Raimundo, que puede solucionar el problema de asfaltado, acudió con Vázquez el viernes a visitar el barrio. Puede suponer un antes y un después en las relaciones del ayuntamiento con San Lázaro.