El ayuntamiento adjudicó ayer a la empresa Sani Gestión Tecnológica Extremeña de Reciclado-RCD, de Almendralejo, la gestión, mediante concierto, del servicio de tratamiento de los residuos procedentes de las obras de construcción, demolición y excavación. La mesa de contratación aprobó la propuesta que presentó, que deberá incluir la construcción de otra planta de reciclaje, en Fuentidueñas, en la finca Sancti-Spiritus.

Sani Gestión ha logrado desbancar a la oferta presentada por la UTE Arenox-Rodríguez Viva, de Plasencia que, según fuentes municipales, no cumplía los requisitos incluidos en el pliego de condiciones, aunque tiene dos días para reclamar.

GESTION DE RESIDUOS El objetivo de esta licitación era proceder a la contratación del servicio municipal de entrega de tierras, escombros y residuos de la construcción generados en las obras de demolición y excavación destinados a su abandono para su gestión controlada, informa Efe.

La duración del contrato es por cinco años, a contar desde su formalización, aunque podrá ser prorrogado por periodos máximos de un año, sin que la duración --incluidas las prórrogas-- exceda de diez años.

Sani Gestión deberá ejecutar las obras de preparación del vertedero actual ubicado en la finca de Valcorchero, sin coste alguno para el consistorio. También deberá nivelar, compactar y colocar una capa de tierra vegetal en toda la extensión del vertedero.

Además, deberá proceder al sellado y restauración ambiental del vertedero municipal. Trabajo que ha sido aplazado largamente durante años. La escombrera municipal fue declarada ilegal en 2005 según una normativa de la Junta, pero los vertidos incontrolados no cesaron, ya que el gobierno local no ofreció alternativa a esta situación.

El ayuntamiento aprobó en diciembre del 2006 la ordenanza reguladora del control de residuos de la construcción, que establece que la concesión de las licencias de obras y las de primera ocupación de viviendas quedará condicionada al cumplimentación de los certificados de vertidos y a la presentación de los comprobantes que certifiquen que los escombros han ido a parar a los centros de recogida y tratamiento autorizados. También implica el pago de una tasa previa o fianza, con la idea de garantizar la correcta gestión de los residuos.