La sede que comparten las asociaciones de vecinos de Miralvalle y Rosal de Ayala lleva tres años con goteras. Con las lluvias de estos últimos días han vuelto a hacer su aparición y los vecinos, cansados ya de organizar cursos entre cubos de agua, han pedido al ayuntamiento, por enésima vez, que las elimine.

Según el presidente de la asociación vecinal de Miralvalle, Agustín Benavente, la última respuesta del gobierno local fue "que estaban pendientes de verlo, pero todavía seguimos esperando" y los que más lo sufren son los vecinos que acuden a la sede a recibir clases de trabajos manuales, porque se realizan, precisamente, en la habitación afectada por las goteras.

Pero ésta no es la única necesidad del barrio porque Benavente también ha demandado más vigilancia policial. La razón son los robos que se han cometido en la sede: "El viernes desapareció un extintor, que ya nos han repuesto, pero también nos han robado tres sillones y una papelera". Además, dice que dentro de un garaje comunitario han aparecido coches llenos de pintadas, por eso pide "que la policía se pasee por aquí y no sólo pase con el coche y que se den una vuelta por la sede", subrayó.

También ha pedido al ayuntamiento mejoras en el alumbrado público porque "las farolas dan muy poca luz" y otra vieja reivindicación: una rotonda en el cruce de la calle Cabezabellosa con Ordenes Militares porque "ahí confluyen muchas callejuelas y es peligroso, ya ha habido algún accidente, lo hemos pedido varias veces, pero no nos han dicho nada", recordó Benavente.