El segundo crematorio de la ciudad, Nuestra Señora de Fátima, ha cumplido un mes y funciona ya a pleno rendimiento después de haber tardado más de un año en obtener la licencia de apertura por retrasos en los trámites burocráticos y en el permiso de industrias clasificadas.

En sólo un mes se han realizado media decena de incineraciones en el crematorio, situado en el polígono del Sepes, junto a la planta de impresión de el Periódico, y su gerente, Simón Sánchez, tiene claro que el servicio se demanda. "En Cáceres y Badajoz no hay crematorios y las estadísticas dicen que va en aumento, sobre todo porque en los cementerios hay problemas de espacio", afirma.

A esta ventaja añadió: "Te libra de olores, contaminación y es más barato que el enterramiento habitual". Así, explicó que la incineración cuesta entre 300 y 320 euros y hay urnas desde 5 a 200 euros o más. Los que deseen un columbario tendrían que sumar otros 216. El nicho para un enterramiento cuesta 815 euros.

La incineración dura unas dos horas más otra de enfriamiento y sólo un mandato judicial puede impedir que se realice. Aun así, Sánchez aclaró que aunque la última palabra la tiene la familia. "Si el cónyuge, en primer caso, o los hijos, en segundo, no quieren, no hay fuerza legal para hacerlo porque son los propietarios del cadáver".

El servicio está en funcionamiento las 24 horas en los teléfonos 927 421490 o 609211298.