Ande siempre por la acera. Si no hubiera acera, vaya siempre en sentido contrario al de los vehículos.

Procure escoger los itinerarios y los puntos más seguros para cruzar la calle.

Pare, mire, escuche y cruce.

Cruce la calle con el tiempo necesario.

Piense que los vehículos que giran pueden ser especialmente peligrosos.

Tenga cuidado con los aparcamientos y los vados.

Nunca cruce entre vehículos estacionados.