El Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (SEPAD) está estudiando la posibilidad de utilizar los huertos sociales creados en Plasencia (Cáceres) como terapia para los internos del psiquiátrico de la capital del Jerte.

La directora del SEPAD, Cristina Herrera, ha firmado hoy un convenio de colaboración entre el organismo que preside, el Ayuntamiento placentino y la Diputación de Cáceres, que permite regularizar el proyecto de huertos de autoconsumo puesto en marcha hace varios meses por el Consistorio.

Mediante el acuerdo suscrito hoy, la Diputación cacereña cede al Ayuntamiento por un periodo de cuatro años una parcela de 7.461 metros cuadrados, colindante con el centro psiquiátrico, donde se están llevando a cabo el proyecto de huertos tradicionales.

Por su parte, el SEPAD se compromete a poner a disposición los medios tanto humanos como materiales que sean necesarios para las labores de custodia y vigilancia del acceso a la zona habilitada para los huertos.

Un total de 24 placentinos, con edades comprendidas entre los 20 y los 80 años, se han convertido en hortelanos durante un año gracias a un proyecto municipal por el que se han creado en esta localidad cacereña diez huertos tradicionales para autoconsumo.

Todos ellos -más otras seis personas que han renunciado a la plaza- han acudido a la convocatoria del Consistorio jerteño, según la cual pueden acceder, en grupos de tres, a cada una de las diez parcelas que se ubican en las antiguas huertas del centro psiquiátrico de la localidad.

Estos agricultores amateur pueden realizar en los huertos labores propias del campo, no obstante, existe una particularidad importante y es que sus cosechas solo podrán ser destinadas al autoconsumo, a la donación, o al trueque entre los cesionarios.

El primero en hablar de huertos sociales en Plasencia fue el Grupo Municipal Socialista, cuyos miembros propusieron al Gobierno local en marzo de 2012 la creación en la localidad de este tipo de huertos para que fueran gestionados por familias con todos sus miembros en paro, colectivos sociales y centros educativos.

Finalmente, el proyecto se ha ido conformando aunque con algunas variaciones importantes en relación al original defendido por los socialistas ya que el Gobierno local defiende esta actividad como una "alternativa de ocio saludable" y no como una forma de paliar las necesidades de familias en dificultades