Unas mil familias empadronadas en la ciudad necesitaron el año pasado la ayuda de los servicios sociales, aproximadamente unas 5.000 personas. En muchos casos, su situación hace que utilicen estos servicios durante varios años y es precisamente esta «cronicidad» la que se ha propuesto combatir la Concejalía que dirige Flor Conejero.

Según indicó ayer el alcalde, cuando llegó al gobierno municipal en el 2011 y durante los primeros años, había unos 8.000 usuarios y, tanto Fernando Pizarro como Conejero, consideran que su número ha descendido por un factor clave, el empleo. Precisamente por eso, muchos de los programas que ahora promueve este servicio van encaminados a lograr que los usuarios puedan encontrar trabajo.

A pesar de esa cronicidad de algunos usuarios, el año pasado se abrieron 250 expedientes nuevos y, del global de atendidos, 350 son perceptores de renta básica. Según el alcalde, este número se ha reducido también a la mitad.

Precisamente, con estos usuarios va a poner en marcha el ayuntamiento, a partir del 1 de junio, un programa destinado a la inserción laboral. Según explicó ayer la concejala, como primera fase, una educadora social atenderá a grupos semanales de 15 usuarios para enseñarles a «trabajar en equipo, la autoestima, el empoderamiento, las relaciones familiares, manejo de documentación, temas de salud y que conozcan los recursos que existen en materia de autoempleo y empleo social».

La segunda fase se desarrollará a través del Plan Vives Emplea Plasencia, con un convenio con Acción contra el Hambre, por el que un técnico de inserción sociolaboral trabajará con los usuarios temas de empoderamiento. Participarán 50 personas hasta diciembre y la idea es mantener el programa también durante el año que viene, con otras 100 personas. Todas derivadas por las trabajadoras sociales. «Queremos intentar evitar la dependencia de los servicios sociales», por lo que el programa contempla también contactos con empresas de la ciudad para promover la inserción laboral.

La plantilla de los servicios sociales está formada por 11 trabajadores y, dado que esta es una competencia de la Junta, 8 están contratados por un convenio con la administración regional y 3 exclusivamente con fondos municipales. También trabaja en el servicio un educador social y dos auxiliares administrativos. Tanto Pizarro como Conejero ensalzaron ayer el trabajo de todos estos profesionales.