Esta podía ser la nueva versión de aquel conocido estribillo de Steve Wonder porque si la seguridad al volante no disuade a los conductores de llamar por el teléfono móvil, lo puede ser el bolsillo y es que la Policía Local ha empezado a poner multas a una media de dos al día, según ha indicado el subinspector, José Antonio Quijada. "No se trata de ir a pillar, sino de concienciar a los conductores y hacer cumplir las normas".

Al que le toca le toca y la sanción puede rondar los noventa euros. Esto es lo más novedoso de los controles que viene realizando la Policía Local en distintos puntos de la ciudad aunque los jóvenes motoristas se siguen llevando la palma porque se resisten a usar el casco.

LA MOTO, AL DEPOSITO

El 80% de las sanciones impuestas hasta ahora en el casco urbano se deben a que los conductores llevan el casco del brazo y no en la cabeza. Eso cuando lo llevan porque de lo contrario, los agentes tienen orden de inmovilizar el ciclomotor y entonces la multa se pone en 43 euros de retirada y 3,5 por cada día que permanece en el depósito municipal. Lo que los vecinos siguen echando en falta es un mayor control de los ruidos que emiten las motocicletas por escape libre y que, sin duda, elevan la contaminación acústica de las calles placentinas.