El sindicato propone que los agentes en segunda actividad sigan ejerciendo una labor tan demandada por la sociedad actual como la de vigilar que los maltratadores no incumplan el acercamiento prohibido por la autoridad judicial y prevenir así la violencia de género. Pero de las 500 plazas que tendría esta contravigilancia por la violencia de género, el SUP advirtió ayer de que sólo cuatro vendrían a Extremadura y únicamente a Badajoz. Recuperar la unidad contra la droga y el crimen organizado es también un reto: "No es que baje la droga, lo que baja es la incautación de la droga" sentenció el secretario regional del SUP.