Los sindicatos consideran que la denominada Unidad de Atención Ciudadana se creó la legislatura pasada como un "escaparate" y que un modelo serio de policía de barrios debe dotarse de plazas suficientes, una vez constituida como tal, como para tener presencia real en los barrios. Su propuesta es que sean ocupadas por agentes en segunda actividad porque su función sería conocer de primera mano las necesidades de los vecinos así como que las policías local y nacional se repartan las zonas para evitar la duplicidad del servicio y por operatividad dado el crecimiento de la ciudad.